XASTHUR (Depressive Black Metal) y su “Disharmonic Variations”. La evolución del llanto en que yace la confusion que conmueve al individuo a actuar de formas tan devastadoras. Creo que este album no es para el ignorante de su misma confusion y quién alardeando ante la perfección de su imaginación; que no quiere aceptar la debilidad que le habita. XASTHUR llego para hablar con los que ya han despertado en la mañana de lo que es latente y parecería avecinarse, enfrentando cada día la frivolidad y desintegración de lo que llamamos vida.
El principio musical se complace en caminar dando tumbos entre la oscura y medieval nueva era, partiendo hacia la misma indecisión que totalmente nos arropa, y en la misma carencia de luz se restituye su posición de dueña de nuestra propia voluntad. Mirrors made of misery, es a ciencia cierta como suena el desencadenar de un “armagedon”, tan largo que parecería camara lenta. Es destructivo, nefasto y caótico, se siente como encarna a seres preparados para vivir una vida en agonía; engranados por si mismos en el interior del huracán que refleja solamente calma como herramienta para no dejarse ver.
Se traduce una negación de harmonía musical, como en la imagen que simboliza la libertad siendo encadenada en el olvido, porque vuelve la realidad de terror que trae consigo la certeza y calamidad de ese futuro. Revestimiento de contradicción ataca y aterroriza; la eufonía se degrada como en la sociedad real. Unos cuantos vivos, en su mayoría muertos en el engaño de si mismos. No mas palabras han de hablar.
Discordante, como caminan los borregos que se venden solos. Usados por su propia turbación incomprendida, la libertad y la expresión mueren entre la disonancia que pasa por el cristal de la imaginación del individuo, incapaz de ver por si mismo.
Interludios entra la calamidad que se acerca, se comparten a lo largo de este disco. La ventana de lo incierto para el que se asienta fuera de la psicodelia de la realidad.
Messenger of your reflection; acompaña a enfrentarse el ser y su reflexión, nuevamente en estado humano puro, en su acústica y distorsionada realidad, donde puede hacer de si mismo una imagen propia, como reflejo de su ser o hacerse de otra, alejándose de su misma identidad. Mas ya para algunos no importa… Es porque no quieren aceptar que su propia existencia no es suficiente sin hacer, rodeados de atmosfera de tierra en compostaje. Entre creyentes en deterioro, ciegos y vacíos en cada que en este conjunto musical muestra el desconsuelo de estar entre el vacío que continuamente esconde, la negación de la realidad de lo que somos. El que no se atreve a abordar lo que conyuga al aceptar que la una guerra que se te es permitida lucha es la de supervivencia.
Sheep in Wolves Clothing, es justo mencionar y evocar al mismo libro, como usan la identidad de aquellos que dicen afirmar por ti. Mateo 7:15-23. Entre percusión de mal augurio romper el espejo para no verse en la realidad. La experiencia musical que se construye entrelazada en la melancolía destructora de saber que la falsificación de la verdad se volvió dinero, empañando nuevamente el objetivo de la realidad.
Como es de esperar, XASTHUR renueva la teatralidad de la indecision humana, el desconocimiento de la razón entre simbales y el restruendoso replicar de la bateria que por momentos aparenta ser tormenta que se desplaza entre un va y ven de infortunios.
Tal vez es pura coincidencia, pero en la portada puedes visualizar una bandera dividida, entre rojo y azul, entre manos que se ahogan en cada grupo entre el color, como en música parsimoniosa rodeando el aire y apuñando la desilusión de lo que se avecina. ¿Es esto un presagio?
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