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“El guitarrista de SLAYER lanza su nuevo álbum…” Así comenzaría esta reseña, pero realmente me voy a enfocar en desglosar la música. KERRY KING, conocido por su fama en SLAYER, vuelve al ruedo en 2024 con un álbum editado por Reigning Phoenix Music de 13 tracks para 46 minutos y un poco más de duración.

KERRY KING es un proyecto que nace de “las ganas de hacer música” del icónico guitarrista. En sus filas tiene nombres como Mark Osegueda de DEATH ANGEL y a Paul Bostaph de SLAYER, a quienes complementan Phil Demmel y Kyle Sanders. La alineación con músicos de alto nivel viene a presentar un thrash metal con una identidad muy clara: la identidad del señor King. El riffeo simple pero efectivo se muestra durante todo el álbum, de alguna forma logra ser reconocible y demasiado parecido a los últimos 2 álbumes de SLAYER. Teniendo esto en cuenta, el álbum es familiar. En toda la música, la voz de Osegueda le da un aire de frescura y energía, dando muestra de músculo, pero un músculo que parece más inflado que otra cosa. El LP en líneas generales cumple con su cometido, pero al ser tan largo llega un punto en que algunos temas terminan diluyéndose y esto a causa de cierta merma, pero no es algo que sea general en la obra.

Las guitarras cumplen con su cometido, riffs directos y sin muchas “maromas”, los solos son correctos, Bostaph trabaja de manera eficiente y da un show contundente que es lo que se espera de un baterista de su talla. Sanders tiene una actuación buena, anda destacable pero no queda tan de segundo plano. Mark Osegueda se roba los reflectores dando una muestra del poderío vocal y lo bien que se le da cantar música con violencia y energía. Da un “performance” con mucho nivel y solo por eso ya vale la pena.

El larga duración inicia con “Diablo”, una intro de casi 2 minutos que realmente no dice mucho. La primera canción es “Where I Reign”, tema duro, sin contemplaciones y de mucha fiereza. Todos muestran su identidad en el álbum en este primer tema. Sigue “Residue”, fue el segundo single que publicaron del álbum, una canción lenta que si bien está bien planteada es buena a secas. Continúa “Idle Hands”, el primer tema que se mostró del proyecto, nada sorprendente, con la identidad que caracteriza al líder de la banda. El quinto track es “Trophies of the Tyrant”, aquí la batería y la voz son más protagonistas, hay “punch” y al momento de que llega el solo todo se mantiene en orden sin mucha parafernalia, otro tema cumplidor. “Crucifixation” en cambio sube los decibeles y ataca fuerte, una muestra de riffs duros y una descarga de energía, pero aun con estos elementos la canción se diluye pues el final es repetitivo. Cortándole un par de vueltas hubiese sido perfecto. “Tension” continúa en la lista, cerrando la primera mitad del álbum que en líneas generales cumple, pero en mi opinión debieron acortar secciones de algunos temas para hacerlo más dinámico a nivel de distribución de tracks.

La segunda parte empieza con “Everything I Hate About You”, tema de poco más de un minuto, potencia y brío con Osegueda dándolo todo, Thrash de manual que viene seguida de otro tema en la misma onda: Toxic. La guitarra y el bajo se unen para dar unas notas interesantes y sin ser nada excepcional empieza a levantar el ritmo del álbum con Bostaph mostrando músculo. La siguiente es “Two Fists” y a este punto ya vemos que hay unas pinceladas “Hardcore” en los temas, al estilo VIO-LENCE para ser más exactos. “Rage”, undécimo tema del disco y el favorito de un servidor, rudo y sin mirar a los lados, golpe directo y sin mediar, lo que se le pide al Thrash. La producción está a nivel de todo el álbum y aquí se nota bastante ese aspecto. Cierran “Shrapnel” y “From Hell I Rise”, un cierre muy bueno: el primero pesado, el segundo violento. El solo del último posiblemente sea el mejor del álbum y es un tema que podría agregar a un playlist de este 2024.

Tacklist:

  1. Diablo
  2. Where I Reign
  3. Residue
  4. Idle Hands
  5. Trophies of the Tyrant
  6. Crucifixation
  7. Tension
  8. Everything I Hate About You
  9. Toxic
  10. Two Fists
  11. Rage
  12. Shrapnel
  13. From Hell I Rise

KERRY KING, después de haber separado su icónica banda SLAYER, se tomó su tiempo y volvió con ganas de demostrar que aún es el mismo de siempre. Sin ninguna sorpresa lo deja claro: no tiene que demostrarle nada a nadie y con los músicos que reclutó su expresión de música extrema es más consistente que nunca. La misma personalidad pero en diferente época. Un álbum cumplidor que no deja nada memorable, pero que no es descartable si eres un fan acérrimo de SLAYER. 7,5/10 es la nota final.

Escuchalo aquí:

https://www.youtube.com/watch?v=mf4SCf4lCgk&t=1681s